Una vida llena de negatividad no se crea por mala suerte sino por unos pensamientos y una mentalidad negativa seguidos por conscientes o inconscientes malos hábitos.

Si queremos librarnos de esa negatividad, no tenemos que intentar cambiar nuestras circunstancias externas constantemente, sino que deberíamos empezar por cambiar aquellos pensamientos negativos que tenemos acerca de esos hechos externos.

Uno de ellos es, CULPAR A LOS DEMÁS

Casi todos culpamos en algún momento (o siempre) a otros y a hechos ajenos de ser el motivo por el cual no estamos donde queremos estar. Culpamos a todos, menos a nosotros mismos.

Decimos que es culpa del país, que es culpa de nuestro jefe, de nuestra pareja y de cualquier otra persona excepto nosotros mismos.

La gente a veces nos falla, eso es un hecho pero ¿cuál es la diferencia entre una persona exitosa y positiva o una que se queda estancada y negativa? La diferencia es únicamente la capacidad de “dejar ir” y seguir adelante.

Todo el mundo tiene el mismo presidente, también compartimos jefes con otras personas y algunos se centran sólo en lo negativo mientras otros se focalizan en su propio camino pese a que pueda no gustarles el presidente, su jefe y cualesquiera otras circunstancias. No permiten que nada de ello absorba su energía.

Si quieres sentirte de una determinada manera, ten presente que solo depende de ti. La única persona que controla si te sientes o no de ese modo eres tú.

Si alguien te fastidia, tú eliges cómo reaccionas y si te vas a preguntar qué has aprendido de esa situación haciéndote preguntas como:

“¿qué he hecho para permitir que esto haya pasado?”

“¿cómo puedo evitar que esto vuelva a pasar en el futuro?”

“¿qué puedo aprender de esto?”

Si queremos salir de esa situación ten por seguro que ello no va a pasar si nos aferramos a lo que pasó y nos dedicamos a culpar a otros.  

Si realmente queremos pasar página, tendremos que “dejar ir” y aceptar nuestra responsabilidad sobre lo que necesitamos hacer para llegar a donde queremos estar. Esta es la única manera en la que podremos mejorar las cosas y en la que lo podremos lograr.

• Ten por seguro que no llegaremos allí culpando a los demás a pesar de que podamos o no tener razón y estar en lo cierto.

• No conseguirás lo que quieres culpando a los demás.

• Sólo puedes conseguirlo “dejándolo ir” y centrando todas tus energías en llegar a donde quieres llegar.

xxx Lucía Lorente