A lo largo de nuestra vida puede que haya más de una ocasión en la que creamos haber conocido a nuestra alma gemela.
A pesar de que es algo que solemos decir, las personas no se juntan con la persona equivocada sino que eligen a la que creen que es la mejor opción en cada momento solo que, a veces, más tarde, cuando llegan a conocerlos, se dan cuenta de que estaban equivocados.
Las personas no se aferran a las relaciones que no funcionan sin motivo alguno, se quedan porque aún tienen cosas positivas y aún existen promesas suficientes para mantener viva la esperanza.
Detrás de cada persona que se queda a pesar de sentir que no es tratada como merece, hay una pareja que promete que lo hará mejor y lo demuestra el tiempo suficiente para ser convincente. Detrás de cada pareja que parece estar “muerta” hay una pequeña brasa que no deja que la llama se apague del todo.
Saber ver qué relaciones son correctas y cuáles son incorrectas es una de las situaciones más incómodas y confusas en las que nos encontramos a lo largo de nuestra vida.
Muchas veces me preguntan si cuando estás atrapado entre querer quedarte e irte hay alguna manera de saber qué hacer.
La hay, y es esta:
Incluso si las cosas no van bien, ¿ambos estáis comprometidos a hacer los cambios necesarios para que todo vaya mejor?
La diferencia entre las relaciones que duran y las que no es que las que lo hacen están compuestas por dos personas que, más allá de cualquier otra cosa, están comprometidos con crecer, cambiar, sanar y seguir apoyándose el uno al otro, pase lo que pase.
Si estás con alguien que dice amarte pero que no quiere un compromiso: esa persona no es para ti.
Si estás con alguien que dice que eres perfecto pero que no es el momento: esa persona no es para ti.
Si estás con alguien con quien tienes miedo de dejarlo y ese miedo es la razón por la que te quedas: esa persona no es para ti.
Si estás con alguien con quien tienes miedo de hablar, confrontar o expresarte: esa persona no es para ti.
Si estás con alguien que te aisla: esa persona no es para ti.
Si estás con alguien con quien tu relación se vuelve más difícil con el tiempo: esa persona no es para ti.
La clave para que una relación funcione es que, a medida que pasan los años, los miembros de la pareja se adapten, encariñen, apoyen y unan cada vez más el uno al otro para saber gestionar los conflictos y hacerse la vida más fácil.
Si tienes esto o estás en ello: esa persona sí es para ti.
Las relaciones correctas mejoran y son más fáciles con el tiempo (a pesar de las dificultades que, por supuesto, aparecerán en el camino). No al revés. Por supuesto habrán momentos difíciles pero entonces hay que repetir la pregunta ¿ambos estáis comprometidos a hacer los cambios necesarios para que todo vaya mejor?.
En el fondo todos sabemos si es la relación correcta pero muchas veces es más fácil negar que reconocer la verdad. A lo largo de la relación se nos muestan muchas señales a lo que solemos llamar “banderas rojas” y “banderas verdes” que nos permiten ir viendo si lo es o no.
En mi “Guia Gratuita Banderas Rojas y Banderas Verdes en tu relación” te pongo muchos ejemplos de cada una de ellas.
Lucía